Si defiendo mis derechos, me llamas feminazi.
Si lucho para ayudar al planeta, me llamas histérica y majareta.
Como no tengo hijos y amo los animales, me llamas desnaturalizada.
Como soy Reikista, me llamas pseudocientífica o dices que hice un pacto con el diablo.
Si me gustas, soy una puta. Si no me gustas, soy una estrecha.
Y si me violan y/o me matan, es porque yo lo provoqué…
Qué difícil es luchar contra las reglas impuestas por una sociedad egoísta, avariciosa y ansiosa de poder.
Pero no importa que sigas intentando cortar mis alas; continuaré volando libre aunque me cueste la vida.
¡No tengo miedo!