Con el tahini me ocurre algo parecido a la mantequilla de cacahuete: el que encuentro es caro y, dependiendo de la marca, tiene más o menos conservantes o aceites indeseados. Al 2º bote que compré, decidí intentar hacer mi propio tahini y, me salió tan rico, que no he vuelto a comprar tahini envasado.
La pasta de tahini puede usarse en tostadas o como ingrediente de multitud de platos, siendo el más conocido el Hummus, receta que os dejaré próximamente 😉
Para hacer una pasta de tahini tan sólo necesitas semillas de sésamo. Puedes comprarlas crudas o tostadas y puedes hacer el tahini con cualquiera de ellas. Si usas las semillas crudas te quedará un tahini más suave que si son tostadas. Si tuestas tú las semillas, ten cuidado de no quemarlas para que no te amarguen el tahini.
Cuando hablamos de salsa de tahini, entonces le añadiremos un líquido; puedes usar agua (que no alterará nada el sabor de tu tahini) o aceite girasol/oliva. Si decides decantarte por aceite de oliva, escoge uno que no sea muy ácido ni muy fuerte de sabor, así no alterará el sabor de las semillas de sésamo.
Receta de Tahini casero
Ingredientes:
- Semillas de sésamo
- Agua o aceite (si vas a hacer salsa de tahini)
Tritura las semillas de sésamo hasta obtener una pasta. Si haces salsa Tahini, tritura las semillas junto con el agua o aceite hasta obtener una salsa.
Las semillas de sésamo se calientan con la fricción así que para la trituradora de vez en cuando y aprovecha para agruparlas antes de seguir triturando.
Aquí tienes la receta en vídeo:
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Te deseo un día lleno de Paz y Rekilibrio ☮️